*Pruebas del narco gobierno
La detención del general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien fuera secretario de la Defensa Nacional (Sedena) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, por parte de autoridades de Estados Unidos al tener presuntos vínculos con bandas que han cometido delitos contra la salud, vuelve a impactar en el escenario político nacional y a pegar otro duro golpe a las administraciones gubernamentales del pasado; incluyendo la del panista Felipe Calderón Hinojosa.
El hecho, ejecutado por el vecino país del norte luego de una minuciosa investigación de cuerpos de inteligencia de la Unión Americana como la CIA y la DEA ha causado temor a personajes de primera línea incluyendo al ex mandatario Enrique Peña y sus operadores. Ahora tanto el mexiquense como el michoacano Felipe Calderón tienen un inquilino-ex colaborador cercano en las prisiones de aquella nación: Genaro García Luna y Salvador Cienfuegos.

En ambos casos los presuntos delincuentes tuvieron una relación cercanísima con las respectivas figuras presidenciales; lo que lleva a considerar que los mandatarios estaban involucrados y eran realmente los que tenían el pacto con los cárteles de la droga y los protegían, como en el caso del grupo de Sinaloa que en ese entonces era comandado por Joaquín Guzmán Loera alias «El Chapo», también preso ya en el vecino país.
Pero, es de considerar que donde más impacto generó el arresto del general fue al interior de las propias filas del Ejército Mexicano; porque el personaje portó siempre cuatro estrellas que le daban el rango de general de División, y eso ha de tener muy molestas a las filas castrenses.
Y bueno, pudiera decirse que quienes forman parte de las fuerzas armadas mexicanas -en su absoluta mayoría- no tienen nada que ver en lo ocurrido; no obstante, sí se mancha su honor.
Públicamente en los distintos medios informativos o de análisis se hace un largo historial de su carrera como militar considerando que muy difícilmente le podrán comprobar que es un criminal; no obstante, es de entender que él sólo cumplió instrucciones de su jefe, o sea del presidente de la República en turno (léase Peña Nieto) y sobre todo porque ellos son muy disciplinados con sus superiores (los militares) es una de sus principales características.
¿Recibía instrucciones y únicamente las acataba? pero, al ser obediente estaba implícitamente entrando en complicidad con la delincuencia organizada y eso fue detectado por el gobierno vecino, que cuando tiene los elementos actúa sin piedad y sin distingo, por eso es que sólo se notificó al gobierno mexicano una vez que ya lo habían aprehendido, por aquello de las “filtraciones”.
Son cinco delitos muy graves que se le imputan y apenas comienzan las audiencias, habrá que ver con qué elementos se defiende el general y cuáles tienen en su contra, además de las declaraciones de varios delincuentes que han sido testigos colaboradores. Pero, para haber llegado a la detención, es porque los gringos tienen pruebas para contrarrestar la defensa.
Si debe haber algo de fondo porque, a decir verdad, también se presumían esos delitos desde antes cuando ocupaba el cargo y pues “las cosas se pondrán peliagudas”.
Así como están las cosas; “embarrados de bazofia hasta el cuello”, están Peña Nieto y Calderón Hinojosa por lo menos, uno con lo que diga el general y el otro por García Luna. Una evidencia más contundente de que durante esos 12 años de gobierno en México no sólo se permitió sino que se trabajó de la mano con los delincuentes, y por eso dejaron una nación en llamas, la podredumbre estaba desde el Palacio Nacional.
Qué bueno que las instituciones electorales no validaron la creación del partido político promovido por la pareja Felipe Calderón-Margarita Zavala, porque buscaban desesperadamente un instrumento a partir del cual lograr impunidad e inmunidad, ese era el propósito real de seguir entre la realeza política del país,
Pero lamentable que una institución como el Ejército Mexicano deba pagar las consecuencias de algo que no debe porque sólo reciben órdenes y son fieles a su superior, con independencia de aquellos que sí actúan solos, pero que lo anterior sirva de escarmiento para que no se vuelva a repetir.
Los cuerpos de investigación estadunidenses nos tienen vigilados con lupa, y cualquier acción fuera de la ley cometida por funcionarios de México es ubicada y, sobre todo, en lo referente al narcotráfico y la delincuencia organizada.