La situación en cuestión de delincuencia y gobernabilidad a nivel de presidencias municipales en el estado parece estar mostrando algunos cambios que se nos antojan positivos, y que ojalá se conviertan ya en una constante.
Aquí seguimos sosteniendo que la administración del ahora ex gobernador Graco Ramírez Garrido se distinguió por una complicidad prácticamente abierta y descarada con la delincuencia organizada; muy particularmente le dio manos libres al grupo mafioso encabezado por Santiago Mazari, alias “El Carrete», hoy preso igual que dos de sus hijos que se dedicaban a lo mismo.
Para acabar pronto, los criminales co-gobernaron con Graco, y en ese tenor todo estaba pervertido, quienes desde los ayuntamientos no se ajustaban a sus intereses; tanto del tabasqueño como de los delincuentes, sufrían las consecuencias.
Gisela Mota Ocampo, alcaldesa de Temixco para el trienio 2015-2018 fue una de esas víctimas de la perversión política, y como ella muchos otros ediles estaban sometidos y amedrentados por los criminales, que les fijaban cobro de piso, presuntamente amparados con la venia de palacio de gobierno.
Los alcaldes y los ciudadanos vivían en medio de un escenario permanente de terror y miedo, en total indefensión, porque se estaba literalmente en manos de la delincuencia.
Desde luego que esas prácticas no están desterradas, sobre todo al sur poniente de Morelos, el entorno continúa siendo bastante preocupante en esa materia, pero sí vemos algunos cambios, en especial, a partir de que se le dio un manotazo a “Los Rojos» y se atrapó a los principales cabecillas, empezando por Mazari.
Hay la percepción de que algunos presidentes incluso aprovecharon que desde palacio se propiciaba la maldad y buscaron beneficiarse, secundando esas acciones de protección a las gavillas de maleantes, uno de ellos, el hoy ex edil de Jiutepec Manuel Agüero Tovar, algo se insiste por ahí en torno a Yautepec, Agustín Alonso; por citar a algunos.
Y si quedaban dos o tres alcaldes metidos en el lodo, pues con éstas acciones del Mando Policiaco Coordinado como que les dio escalofrío, y por lo menos han tenido que guardar las formas; ello igual que algunos diputados locales como en el caso de la legisladora Tania Valentina Rodríguez Ruiz, quien promoviera como candidatos a algunos de esos personajes de dudosa honorabilidad y que postuló para alcaldías vía el Partido del Trabajo.
Ahí está también preso en Durango su candidato Alfonso Miranda Gallegos, quien se sigue ostentando como presidente municipal de Amacuzac en la cárcel, acusado por presuntos delitos contra la salud, asesinatos y lo que resulte.
Pero antes ya había sido diputado local y ex alcalde, ¿de dónde cree usted que salió?, pues del PT.
Las mafias están incluso dentro de algunos de los poderes públicos locales, no se duda; no obstante han tenido que cuidarse mucho más, ante el temor de que puedan ser relacionados con los capos que han aterrorizado a nuestro estado, desde hace ya varios años.
Vemos entonces ciertos avances en el control de la delincuencia pero hay que seguir desmantelando todas esas redes de poder, antes de que vuelvan a recuperarse, finalmente sabemos que desde las cárceles esos sujetos suelen seguir operando con el apoyo de las autoridades carcelarias.