¿No puede Rafa con la inseguridad?
Los hechos sangrientos derivados de la delincuencia organizada en Morelos siguen creciendo de forma alarmante; no hay día que no se presenten sucesos desafortunados, en los que hombres, mujeres y hasta menores de edad pierden la vida. Es una situación que ya parece imposible de resolver por parte de las instancias «competentes» en esa materia.
Bueno, únicamente en materia de feminicidios la Comisión Independiente de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CIDHEM) ha contabilizado 44 durante el primer semestre de éste 2020; contabilizando el mayor número en Cuernavaca, Temixco y Jiutepec, lo que da una idea de lo terrible de la situación que enfrentamos.
No obstante, durante ya varias semanas ha sido en Jiutepec donde acontece quizás el 60 o 70% de esos crímenes, presuntamente relacionados con las bandas de la delincuencia organizada; o sea que si ocurren diez ejecuciones pues seis o siete de ellas se registran en ese municipio hoy «gobernado» por Rafael Reyes Reyes.
Pudiera incluso decirse que es un «territorio sin ley»; donde entre grupos antagónicos se pueden matar a cualquier hora del día sin que exista autoridad alguna que lo impida, y aquí habría que preguntarse ¿los asesinos tienen permiso para matar? ¿por qué ni el municipio, el Estado o la Federación parecen interesados en impedirlo? ¿las autoridades locales están rebasadas…? ¡claro que sí!
¿El edil no puede o no le interesa lo que pasa en donde se supone gobierna? sabemos que buena parte de tales delitos de alto impacto pudieran considerarse de materia federal pero, como dijera el mejor gobernador que ha tenido Morelos: Lauro Ortega Martínez «si esos hechos ocurren en mi estado; aunque sean facultad del gobierno federal los debo resolver si ellos no lo hacen».
Y lamentablemente ese no es el caso de Jiutepec, ni de muchas de las demarcaciones políticas.
Ahora bien, si es así -o sea- que se trata de sucesos de índole federal; pues lo preocupante es que no vemos a un edil solicitando urgentemente la presencia de las fuerzas federales coordinadas de combate al delito, es decir, Policía estatal, federal, Ejército y Guardia Nacional que sería lo más natural; simplemente viene dejando pasar las cosas y eso no es muy responsable que digamos.
¿Está coludido el alcalde con los mañosos? no queremos y mucho menos deseamos que así sea ¿ha hecho acuerdos con algunos grupos mafiosos; como suele ocurrir, o como paso con su antecesor Manuel Agüero? tampoco deseamos pensarlo, porque si así fuera habría cierto control en cuestión de delincuencia y lo que se ve es que ahí cada quien hace lo que le da la gana, y sin permiso de nadie, menos de la «autoridad» que ni se da por enterada.
¿Y entonces qué está pasando? pues esa es la interrogante ¿Reyes Reyes le tiene miedo a los cárteles que controlan esa parcela? ¿le tiembla la mano para enfrentarlos o le da miedo pedir ayuda al estado y Federación?
Visto desde cualquier ángulo pudiera decirse que así es, que no quiere meterse en problemas quizás por su propia seguridad, pero con tal actitud de tibieza permite que la sangre se siga derramando, lo que no es para nada correcto.
Reiteramos, son ya demasiadas las víctimas fatales registradas de unos dos meses a la fecha en el ayuntamiento de Jiutepec que es donde más muertes se están registrando casi a diario, seguido de Cuernavaca donde no hay gobierno; porque tenemos un alcalde “de parapeto” que sólo vino a robar pareciera. Se antoja que en algunos otros aspectos Rafael Reyes no está haciendo las cosas tan mal; sí ha permitido actos de corrupción terribles al interior de su administración por lo que se ha dado a conocer, pero aún así por lo menos se ve un esfuerzo mejor que el de su antecesor en lo referente a algunas obras públicas y apoyos a los ciudadanos; pero en lo que tiene que ver con la delincuencia las cosas andan terribles, y sí se ve que al hombre le tiemblan las manos para poner orden.