En un acto de imposición y sometimiento en el que por temor o por conveniencia los hombres y mujeres de “izquierda” lo avalaron, Rodrigo Gayosso Cepeda, hijo de Elena Cepeda, esposa del gobernador Graco Ramírez, se ungió formalmente como el candidato del PRD a la gubernatura del estado.
Cínicamente Gayosso Cepeda dijo estar confiado en que su partido habrá de mantener la gubernatura que hoy detenta su padre. “Tenemos el apoyo y el respaldo de la sociedad por todo el trabajo realizado”, afirmó entre murmullos discordantes de sus “correligionarios”.
De acuerdo a varios asistentes al VIII Congreso estatal del PRD, que pidieron conservar su anonimato, al interior del partido y del propio gobierno del estado existe una marcada percepción entre la militancia y la burocracia no dorada, en el sentido de que el electorado en Morelos dará la espalda al emitir su voto a este proyecto electoral que carga sobre sus hombros el enorme hartazgo y decepción contra Graco Ramírez, por los excesos de corrupción e ineficacia de su gobierno.
Desde luego que todos los que ocupan las principales posiciones de la estructura de los poderes ejecutivo y legislativo, fundamentalmente, hablan de que la continuidad será una realidad y poco tienen de qué preocuparse.
Rodrigo Gayosso ha construido a partir del respaldo del gobernador Graco Ramírez y del acceso pleno a los recursos públicos, por medio de una red financiera que abarca todas las áreas de recaudación y de administración de las distintas dependencias gubernamentales, todo un andamiaje electoral, dilapidando recursos económicos para sumar actores políticos de cierto liderazgo, a fin de robustecer la membresía “progresista”.
También ha dispuesto de estrategias de miedo para intimidar a opositores al gobierno y a su partido, pues cuenta con el brazo ejecutor del estado, que representan la Fiscalía de Justicia y la Comisión Estatal de Seguridad.
Así es como el PRD en Morelos enfrentará a sus oponentes electorales en una justa que será tan inequitativa como infructuosa para el partido que aún tiene el poder.