No
obstante las reiteradas denuncias por el delito de acoso sexual en contra de
Aldo Bazán Ramírez, por parte de decenas de estudiantes de la facultad de
psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), la protección
que tiene de personajes de la máxima casa de estudios impide que se proceda en
su contra.
Y
no es el único caso dentro de la universidad, hay un sin número de denuncias en
contra de otros profesores en años recientes, por casos similares en distintas
facultades; sin embargo, el del profesor Bazán Ramírez es el más escandaloso
porque, no obstante la existencia de pruebas, testimonios, actas
administrativas; el presunto delincuente sigue haciendo de las suyas ante la
impotencia de las jóvenes agredidas.
«El
señor es de nacionalidad peruana; llegó a la UAEM a principios del 2012 y fue adscrito
a la Facultad de Psicología, y desde entonces comenzó a acosar a sus alumnas;
condicionando su titulación y sus calificaciones a cambio de sus
perversidades», mencionan algunas de las víctimas y hasta otros profesores,
de quienes obviamente omitimos sus nombres por razones lógicas.
Al
buzón de DAD han llegado varios testimonios, uno de ellos de los maestros de la
propia facultad -de los que igualmente guardaremos secrecía para evitarles
problemas-, ya que los antecedentes indican que el sujeto en mención sí tiene
al interior del campus universitario cómplices y protectores.
Entre
ellos, se señala a quien fuera rector recientemente, Alejandro Vera Jiménez, en
cuyo periodo ingresó Aldo Bazán como maestro y se presentaron las primeras
quejas en su contra, las cuales se ignoraron y minimizaron.
Del
mismo modo, se hace mención como defensor del catedrático del abogado Alfredo
Mena, ex secretario general y abogado de la máxima casa de estudios de Morelos;
como otro de los que le dieron su respaldo.
Tres
alumnas ya decidieran arriesgarse y volver a denunciarlo públicamente en redes
sociales, pero en el anonimato hay voces que las respaldan y ahora va más allá
de la universidad.
Las
instancias competentes deberían atender el caso a la brevedad, porque son
muchas las agraviadas a lo largo de siete años, sin que se haya tenido la
voluntad de iniciar los procedimientos legales correspondientes.
Bueno,
se refiere que hay alumnas que enfrentan problemas sicológicos graves, y no
pueden decir nada por temor, porque las amenaza y golpea en sus oficinas y que
de ello está enterado todo el plantel, maestros, estudiantes, profesores; esto
es sumamente grave.
En
el 2012 las denuncias llegaron a los órganos de control administrativo y estudiantiles
de la UAEM, el caso fue analizado y a pesar de pruebas, documentos y testimonios,
sólo le dieron un año sabático con pago de sueldo, a fin de evitarle problemas
legales.
Es
verdaderamente increíble que, en una institución de educación superior y autónoma,
que debe ser ejemplo de decencia, honestidad, respeto y ética; se den éstas
cosas. ¿Cómo podemos los morelenses confiar a nuestras hijas a ese tipo de
autoridades universitarias?
¿Cuál
es la razón por la que el sujeto puede hacer lo que le venga en gana, con
acciones tan repudiables y siga impune? ¿Esta enterado de lo anterior el actual
rector Gustavo Urquiza, y si es así, también lo protege?
Independientemente,
debiera ser despedido en el acto o al menos separado de su trabajo para
investigar, se le tiene que aplicar la ley, si como se señala hay elementos de
sobra de los que pueden dar fe alumnos y hasta compañeros de trabajo. Aldo Bazán Ramírez debe ir a la cárcel, y por
muchos años, ¿no le parece?.